Mente competitiva: Puedes escapar de ella y disfrutar.

Vivimos en este mundo. Todo es una competición y tienes que jugar en este entorno. O tal vez no. Quizás puedas cambiar el juego. Y usar la escalada para ello.

La competitividad es una epidemia hoy en día.

Nos perjudica más que nos beneficia. Puedes sentirlo en varios aspectos de tu vida, pero ni siquiera nuestra práctica de escalada puede escapar de ella.

Solemos compararnos con los demás, medirnos frente a las personas que nos rodean. Cuando hacemos eso, siempre estamos perdiendo. Nos pone en posiciones innecesariamente incómodas con el objetivo de ser mejor o similar a otra persona, o intentar ganar algo, en su mayoría competiciones imaginarias.

Bueno, hay una razón para esto, y no es un secreto en absoluto:

Es solo un viaje del ego.

En la vida, como en la escalada, no hay ganadores ni perdedores. Entonces, no hay ningún tipo de competencia. Solo hay personas en su propio proceso de aprendizaje y tratando de sacar la mejor versión de sí mismos. Pero cada uno está caminando por su propio camino, a su forma particular.

Está bien admirar a otras personas, incluso eso podría alentarnos a romper nuestros límites. Puede mostrarnos nuevas formas de exploración. De manera simple, observar a otras personas nos puede mostrar que se puede hacer algo, lo que significa que es posible.

Pero no es necesario medirse comparándonos con los demás. Tienes tus propios objetivos, tu propia situación, tus propias motivaciones. Aproveche la motivación y la fuerza de ver a otros hacer cosas increíbles, escalar paredes imposibles o simplemente de su compañero de escalada que últimamente se está desempeñando muy bien. Pero siempre respétate a ti mismo, tu propio valor, tu propio potencial. No seas duro contigo atando tu valor y estima a los logros de otras personas.

Simplemente aprende de todo, disfruta de tu proceso y sé feliz de ver a otras personas haciendo lo mismo.

Puede ser difícil de entender porque fuimos educados de otra forma. Pero estamos aquí para romper los límites. Y, con la escalada, es fácil superar nuestros límites.