Perfeccionismo: utilizar la escalada para detectarlo y superarlo.

A todos nos gustaría la perfección, ejecutar todos los movimientos tal como los imaginamos, o simplemente llegar a dónde queremos de la forma que queremos.

Pero hay un momento en que el perfeccionismo se vuelve tóxico. Deja de ser una voluntad por mejorar y pasa a ser la búsqueda de una realidad imposible, que no tiene en cuenta los diferentes factores que intervienen. Esta búsqueda nunca es satisfactoria porque incluso si las metas son alcanzadas, tendemos a estar insatisfechos con el resultado.

Buscar la perfección nos lleva a evitar desafíos por miedo a fallar, a tener un pensamiento rígido y falta de creatividad en la búsqueda de soluciones para nuestros proyectos.

Las personas perfeccionistas creen que lo que hacen no tiene valor hasta que es perfecto. Por lo que, en lugar de estar felices con su progreso y aprendizaje, están constantemente comparándolo con sus expectativas y su idea de perfección.

Formas de reconocer el perfeccionismo en la escalada.

Formas de reconocer el perfeccionismo en la escalada.

-No escalas una vía hasta que no estás completamente seguro de que la puedes hacer. Teniendo siempre en cuenta nuestros límites y nuestra propia seguridad, deberíamos dejar de lado la actitud perfeccionista e intentar proyectos aun cuando sabemos que nuestra probabilidad de fallar es alta. Está estrechamente relacionado con la procrastinación, retrasando nuestra experiencia en una vía o grado nuevo hasta que estamos completamente seguros, lo cual ralentiza el proceso.

-Consideras el resultado final como lo más importante, dejando de lado el proceso y el aprendizaje. Te centras en llegar a la cima, en superar un paso difícil, en cómo se sentirá haberlo conseguido. Sin embargo, escalarías mejor (y disfrutarías más) si pones tu atención en cada paso que haces, en los movimientos que estás aprendiendo o en las sorpresas que te brinda la pared de cuando en cuando.

-No te das por satisfecho con una acción hasta que no es perfecta (acorde con tu idea). A veces, nos atrancamos en un movimiento porque queremos hacerlo tal cual lo tenemos en la cabeza y de forma perfecta. Pensamos que si no se hace de esta forma no está bien hecho o desmerece el logro.

-Te tomas demasiado tiempo para completar una tarea que normalmente no debería de tomar tanto. Intentas visualizar toda la vía desde abajo, quieres hacer todos los movimientos perfectos y que consuman el mínimo de energía, te bajas de la vía cada vez que algo no va como quieres, etc.

Estos son sólo unos pocos ejemplos de cómo el perfeccionismo puede estar afectando nuestra forma de escalar en particular; y nuestra vida en general. A continuación, propongo algunas acciones que puedes tomar para atacar tu perfeccionismo y liberarte de este peso durante tu escalada (y, por tanto, en tu vida.)

Superando el perfeccionismo en escalada

-Reconoce tu perfeccionismo. Obsérvate y reconoce cuando tienes problemas para cumplir tus altos estándares o cuando te niegas a intentar algo porque no te crees preparado.

-Recalibra tus estándares. Tus metas y cómo las consigues, o cuándo las puedes considerar conseguidas. Recuerda, mejor hecho que perfecto. Mejor intentarlo. Si hay un proyecto que quieres hacer, no lo pienses más. Inténtalo. Si no sale hoy saldrá mañana. Valora cada paso que des en él y cada aprendizaje que obtengas, disfruta el proceso. Pero hazlo.

Compárate sólo contigo mismo. En escalada, esfuérzate por subir de nivel, por supérate a ti mismo, no a los demás.

-Crea estándares humanamente posibles. En consonancia con la línea anterior, escala dentro de tus posibilidades. Deja de pensar en los escaladores que ves en los videos.

-Cambia el pensamiento perfeccionista por uno más realista. Sé un poco más indulgente contigo mismo si lo necesitas. “nadie es perfecto”, “lo haré mejor mañana” o “todo el mundo puede tener un mal día” pueden ser algunas afirmaciones que nos ayuden a poner los pies en la tierra.

-Toma perspectiva. Piensa en cómo se vería desde fuera tu situación, si hay otros puntos de vista. Piensa en qué le dirías a alguien en tu misma situación. Seguro que serías más comprensivo al respecto de ese paso difícil.

-Exponte a la imperfección. El perfeccionismo es miedo a cometer errores o fallar. La forma más efectiva de superar los miedos es exponerse a ellos. Si tienes miedo de no conseguirlo, de volar, o de no saber realizar un movimiento, ve a por ello, exponte a fallar y experimenta la imperfección. Verás que no es para tanto y que puedes utilizarla para mejorar.

-Supera la procrastinación. Hazlo, aunque no sea el momento perfecto. Aunque la perfección este lejos aún. Empieza y verás como progresas. Métete en ese proyecto que estás evitando. Divide tus objetivos en metas más pequeñas y ve cumpliéndolas poco a poco. Si crees que aún no puede encadenar, intenta llegar al tercer seguro, por ejemplo. Prueba la vía en top rope. Salta ese paso difícil y sigue aprendiendo.

-Recompensa tu esfuerzo. Si estás haciendo un esfuerzo consciente por supérate a ti mismo y superar el perfeccionismo, celebra tus logros y recompensa tu esfuerzo. Aprecia todos los pequeños pasos que das y concédete pequeños placeres (además de la satisfacción que ya obtendrás sólo por estar haciéndolo).

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