Creencias limitantes: Qué son y dónde las puedes encontrar.

1. ¿Qué son las creencias limitantes?

Son creencias personales que condicionan nuestra vida y limitan nuestras posibilidades. 

Nuestra actitud, nuestras decisiones, nuestra percepción de nosotros mismos, la forma en que tratamos a los demás, etc. Todo está conectado y todo está plagado de barreras mentales que la mayoría de las veces no juegan a nuestro favor en ningún ámbito. 

Estas creencias forman parte de nuestro “sistema operativo”, es decir, del paradigma en el que nos desenvolvemos. La buena noticia es que podemos cambiarlas, “actualizar nuestro software”, o hackearlo.

Es un trabajo constante estar atento y mantenerse crítico hacia estas creencias, pero los beneficios de hacerlo, las posibilidades que se te abrirán, serán enormes. Merece la pena.

1.1 ¿De dónde vienen estas creencias o esquemas mentales?

Lo más seguro es que no naciste con ellas. Tu entorno o las experiencias pasadas (propias o ajenas) te las han ido imponiendo poco a poco hasta que las has interiorizado tanto que ni siquiera sabes que están. 

Algunas de ellas tienen su fundamento en la supervivencia. Por ejemplo, el miedo a caer. Es un hecho probado (por ahora) que si saltas desde un precipicio sin ningún tipo de material no vas a salir volando, simplemente caerás y no te hará ningún bien. Sin embargo, si saltas del mismo precipicio con un paracaídas o escalas una montaña con el material adecuado podrás disfrutar de una experiencia única y, en la inmensa mayoría de los casos, segura.

Pero, ¿qué pasaría si antes de escalar le pidieras opinión a una persona que nunca lo hizo o nunca se atrevió, o por poner un ejemplo concreto, a tu abuelo/a? Probablemente diría que estás loco y que te vas a matar. Y si tú, aunque sea de forma inconsciente, interiorizas este mensaje, te perderás una buena parte del mundo por tu nueva barrera mental, creada por alguien que no eres tú y basada en miedos y limitaciones que probablemente también heredó y no están adecuados a nuestra situación actual.

Este ejemplo absurdo sirve sólo para ilustrar el concepto, pero si lo analizas de forma profunda descubrirás que tus limitaciones están intentando “protegerte”, al igual que tu entorno. 

Pero, ¿“protegerte” de qué? Probablemente de cosas que deberías experimentar por ti mismo. 

La escalada es un ejemplo claro. La gran mayoría tiene barreras mentales que lo previenen de practicar este deporte. Incluso, si son valientes y se aventuran, es posible que sus creencias le hagan caer más de la cuenta, progresar más despacio o estar tensos y no disfrutar de la experiencia, por el simple hecho de la toma de decisiones basadas en las mencionadas creencias. O por la profecía autocumplida (que viene a ser que lo que creemos que va a pasar al final pasa, gracias a que lo provocamos de forma inconsciente, como cuando crees que te vas a caer y al final llevas razón).

2. Entonces, ¿lo que creemos que es un riesgo no lo es en realidad?

Por supuesto que hay riesgos. Pero no significa que no los puedas gestionar. Puede que alguien plantó en ti (con las mejores intenciones, como protegerte) una serie de creencias basadas en el probable riesgo de fracaso o accidente porque oyó historias de gente que le fue mal. O ese mismo alguien quizá tuvo alguna experiencia traumática (quizá se tropezó y cayó desde un bordillo en su infancia) que nunca se esforzó en analizar y superar. Pero esa persona no eres tú. Tú tienes otros medios, otras herramientas, otra situación, otra forma de hacer las cosas, otros puntos de vista, otras oportunidades. No puedes limitarte a ti mismo basándote en lo que alguien de tu entorno que nunca hizo nada piensa acerca de escalar. Debes explorar tu propio camino y analizar las creencias que rigen tu vida para sobrepasar tus límites y “escalar” hacia donde quieras. 

Estoy poniendo ejemplos genéricos y exagerados. Depende de ti extrapolar estas situaciones al análisis personal de tu vida diaria.

2.1 ¿Cuánto disfrute habrá por cada mala experiencia?

Una bomba hace más ruido que millones de caricias, pero por cada bomba hay millones de caricias”

Facundo Cabral 

Los sucesos negativos son los que más impacto tienen en nuestra mente y dejan estos pequeños “traumas” en el imaginario de las personas, que luego se los van contagiando unos a otros creando este imaginario colectivo que nos impide conseguir lo que queremos. Todo esto sin tener en cuenta que estamos sometidos a constante cambio y lo que antes era difícil ahora es fácil, o lo que una vez fue peligroso ahora es divertido. Por ejemplo, si oyes historias de accidentes o simplemente que alguien cayó y se lesionó, esto te va a condicionar más que saber que miles de personas escalan cada día con seguridad.

Podríamos llevar esta reflexión a un plano superior hablando de cómo estamos al nivel del pensamiento de nuestra época, estableciendo de forma inconsciente los límites de lo que podemos conseguir en un determinado momento. A falta de que alguien venga, los empuje un poco y abra el camino para todos, como vemos cada día que alguien realiza una hazaña hasta hoy impensable, del tipo escalar novenos cada vez más difíciles. Pero mejor lo dejamos para otro post y no nos desviamos demasiado. 

3.  Lugares donde buscar para identificar nuestras creencias limitantes.

En nuestras excusas:

Qué excusas nos ponemos cuando queremos hacer algo y pensamos que no podemos o no lo conseguiremos. Estas excusas suelen estar profundamente conectadas con nuestras creencias más que con la realidad. Seguro que te suenan algunas de estas: no tengo tiempo para salir a escalar o entrenar,  este tipo de roca no me gusta, hoy no es un buen día, hay demasiada gente alrededor, estoy en baja forma, y si- y si-, soy demasiado mayor, etc. Seguro que hasta se te ocurren unas cuantas más, de tu propia cosecha. Pues bien, analizar estas excusas nos proporciona valiosas pistas para encontrar cuáles son esas creencias limitantes y trabajar en ellas. Un buen ejercicio sería:

  • Apuntar en un papel estas excusas
  • Apuntar al lado en qué creemos que están fundamentadas
  • Escribir formas de tomar acción y desmontar la excusa. Empezando las frases con “puedo”.

Ejemplo: 

-Excusa: Este tipo de roca no me gusta

-Fundamentos de la creencia: Creo que hay un tipo de roca que no se me da bien, ya que me cuesta un esfuerzo extra y suelo caer en mis intentos. Quizá es porque caí varias veces en una vía de este tipo que estaba por encima de mi grado.

Tomar acción: Puedo entrenar más ese tipo de agarres en el gimnasio. / Puedo escalar más vías de este tipo y familiarizarme más con el tipo de roca. / Puedo enfrentarme al miedo a caer y haciendo algún vuelo controlado.

-En nuestro entorno:

Analizando nuestro entorno (y sus excusas) podemos conocer bastante acerca de nosotros mismos y nuestras creencias. El famoso “dime con quién andas y te diré quién eres”. El feed back que recibimos de los demás cuando compartimos pensamientos e ideas está siempre marcado con las creencias limitadoras de la persona o por los límites de su propio entorno. Pero no tenemos por qué interiorizarlas nosotros también. Desde una perspectiva crítica, podemos escucharlas, analizarlas y desmontarlas como hicimos con las excusas. Ejemplo:

-Idea u opinión: Me gustaría escalar esta vía.

-Feedback limitador: Es una escalada difícil, no merece la pena.

-Analizamos quién está diciendo esto: digamos que es nuestro amigo que sólo sale a escalar para disfrutar un poco del paseo por la naturaleza y subir alguna vía por debajo de su grado. Nunca fue partidario de expandir sus límites o esforzarse para conseguir algo por encima de su nivel.

Esta persona puede expresar su opinión libremente, pero nosotros podemos decidir cuánto nos afecta dependiendo de lo cualificado que esté o la autoridad que representa para nosotros.

*Disclaimer: Recuerda que eres el dueño de tus creencias y responsable de filtrar lo que dejas entrar en tu cabeza, no caigas en la tentación de culpar a otros por tus limitaciones.

Tenemos la necesidad de pertenencia y ser aceptados, pero no a cualquier precio. No tenemos que sacrificar nuestra individualidad. Nuestros pensamientos e ideas son tan válidas como las de cualquiera en nuestro entorno.

-En nuestros resultados:

Son la consecuencia directa de nuestras creencias. Éstas determinan la forma en que tomamos nuestras decisiones y las acciones que emprendemos. Analizando nuestros resultados podremos identificar la conexión con nuestras creencias y el impacto que tuvieron en nuestra vida.

Ejemplo:

Tras varios intentos de encadenar tu proyecto vuelves a caer en el mismo punto una y otra vez, a pesar de que ya conoces la secuencia a seguir. Puedes analizar este resultado. ¿Caíste por tus creencias de que el paso es difícil o porque realmente te faltaban fuerzas? Probablemente un poco de cada. Analizando bien la situación deberás tratar de discernir cuánto influye la parte subjetiva, tus creencias limitantes, como el miedo a caer o a fallar de nuevo en el mismo paso.

Analiza tus resultados con una perspectiva más crítica y buscando identificar estas creencias que una vez consigas desmontar, te allanarán todos los caminos que desees tomar. Gracias a esta reflexión consciente sobre los resultados podrás establecer nuevas formas de actuar para obtener resultados diferentes.

Próximamente, haremos un post sobre cómo alimentar nuestras creencias expansivas o posibilitadoras, regando el árbol correcto dentro de nuestra mente para hacer crecer esas posibilidades que buscamos.

Esperamos que este post os ayude a identificar vuestras creencias limitadoras y estéis más cerca de conseguir vuestros objetivos gracias a ello. Sería un gran placer haber contribuido a ello.

Deja un comentario