Suelo tener todo bajo control. Es casi una obsesión y es algo que me gustaría superar, poco a poco. Como escribí en la publicación anterior sobre Rendirse a la roca, liberarse del control consiste en tener fe y no estar apegado a un resultado específico. Permitir que las cosas sucedan.
En esta publicación, propongo un ejercicio fácil que se puede utilizar para experimentar la incertidumbre, soltar un poco el control, siempre de forma segura.
Miedo a lo desconocido
Como todo miedo, el miedo a lo desconocido es una respuesta humana básica ligada a tu instinto de supervivencia. Está hecho para evitar que corras riesgos innecesarios o actúes de manera impulsiva. Es natural y saludable. Pero hay un punto en el que está vinculado a la falta de confianza en ti mismo y puede conducir a un patrón de inacción. Es posible que necesites tener toda la información antes de realizar cualquier movimiento. Pero esto no siempre es posible.
A veces tenemos que lidiar con situaciones inesperadas y con la ausencia de información suficiente. Es un hecho y no se puede evitar. Es posible que tengas experiencia con planes que salen mal. La mayoría de los planes fracasan y te ponen en una situación inesperada. Es por eso que tu capacidad para lidiar con lo desconocido es una buena habilidad para desarrollar.
El ejercicio de escalada para experimentar lo desconocido.
Es simple. Simplemente ve y escala una pared sin información previa al respecto (escalada deportiva si es posible). Ni siquiera el grado de dificultad. ¿Suena peligroso? Lo es. Pero, ¿y si un amigo o compañero de escalada elige un proyecto para ti? Ellos sabrán que es seguro para ti, pero no te dirán qué grado es o dónde está la parte más difícil (crux) ni nada en absoluto. Tendrás que subir la vía a la vista sin ninguna información previa.
Es un juego mental interesante. No sabes qué vas a encontrar, pero debes ser optimista y, por supuesto, estar listo para fallar. Sin el conjunto de expectativas que viene con nuestra experiencia previa en un grado determinado, al no saberlo, la pared se convierte en una sorpresa continua, nunca se sabe si el siguiente paso / secuencia será más fácil o más difícil.
Sí, si tienes suficiente experiencia, puedes leer la pared antes de llegar al punto, pero siempre te puede sorprender. No sabrás nada con seguridad y tendrás que mantener muy abierto tu “sentido escalador”.
Luego, igual si lo conseguiste o no, comparte tu experiencia con tu compañero. Habla sobre lo difícil que crees que fue, qué grado le darías y compara tus percepciones con la realidad (o más bien, la realidad de otras personas). Verás si tu mente te lo hizo más fácil o más difícil. Verás si tu mente está añadiendo dificultad cuando lidias con lo desconocido. O, por otro lado, puede descubrir que fuiste capaz de escalar fácilmente una vía que nunca hubieras probado si supieras el grado.
Es importante ir a lo seguro, pero a veces te encontrarás haciendo cosas que nunca creíste posibles para ti. Algo así como “lo hice porque no sabía que era imposible”. Es bueno tener una guía, un plan. Pero explora y permite que las cosas sucedan. No te limites por otras personas, tus creencias o tu yo pasado.